Catalana comenzará a devolver estos fondos cuando obtenga beneficios en este negocio, en el que la entidad prevé abandonar este año los números rojos de 2009.

La recuperación del resultado responde a las medidas tomadas por el grupo para rescindir los contratos no rentables, subir precios y endurecer las condiciones para ofrecer su cobertura. A esto se une la reducción de los impagados y el consiguiente recorte en el aumento de la siniestralidad que se colocó por debajo del 100% por primera vez desde mediados de 2008.

Entre las medidas puestas en marcha por Catalana para afrontar las pérdidas se incluye el recorte de plantilla, principalmente en su filial holandesa Atradius, especializada también en el seguro de impagos. El recorte total presvisto en esta filial, que ya estaba previsto antes de estallar la crisis, es de 500 empleados, de los que ha se han materializado 242, mientras que están pendiente el resto.

El coste total de esta medida es de 37 millones de euros cargados a la cuenta de resultados de 2009. El resto del grupo ha recortado plantilla en 214 puestos mediante la no renovación de contratos temporales. En total, el recorte del año pasado fue de 456 personas, hasta dejar la plantilla del grupo en 6.114 trabajadores.

Catalana Occidente ganó el año pasado 101 millones de euros, con un recorte del 3% y tuvo un volumen de primas de 3.034 millones.