Tranquilidad, pues. El panorama cambia, ya ha empezado a cambiar y para bien, en la entidad rojiblanca. Ya lo creo que sí. Y bien sabe Dios que me alegro por ello un montón. Desde que Simón García Taboada tomó las riendas del Zamora Club de Fútbol en la noche del pasado día 2 en esa histórica Asamblea que duró tan solo veintidós minutos, todos los estamentos del club respiran con alivio y empiezan a ver un horizonte más claro, apartando los nubarrones que se ceñían sobre el primer club de fútbol de la capital y provincia. Los cimientos de nuestro Zamora se están reforzando y eso es lo que realmente importa.
Hay que apoyar a los nuevos dirigentes de esta junta gestora -junta de salvación o consorcio, como ha dicho García Taboada- hasta que el 4 de junio del próximo 2011 se produzcan elecciones en el club. Pero por el momento, afortunadamente, el club ha caído en buenas manos, gente competente, ética, trabajadora y que no llega maleada por nadie. Además del «presi», persona que siempre tiene una bondadosa sonrisa para todo el mundo, están Maximino Martín Sebastián («Maxi» para los amigos), Arturo Carrera Macías y Luis Maíllo García, con grandes deseos de trabajar en pro del Zamora, cosa que ya hacen día a día desde hace diez días. Y ahora se han añadido otras cuatro personas más a este equipo, que trabajarán de forma altruista para bien de toda la entidad, además del primer equipo, del resto de las secciones inferiores.
Aquí nadie, absolutamente nadie, llega para poner la mano e ingresar euros en su cuenta particular. Algo que es de alabar y que es la línea impuesta en el club en anteriores juntas directivas. Estas cuatro personas que se suman al equipo inicial son: Manuel Roncero Garrote, Antonio Lera Álvarez, Agapito Sánchez Vega (doctor que ha estado ligado al club durante varias temporadas bajo la presidencia de José-María Casas Delgado) y Segismundo Ferrero Sutil, persona que dispone de una empresa de publicidad y que ya le gestionó años atrás en el Zamora (Do Mixtura, SL).
Román Rodríguez Casas, de Robleda Cervantes, presidente del Consejo de Administración de MMT, y Eladio Núñez Prada, consejero de la empresa y nacido en San Justo, han demostrado su zamoranismo en un momento que era extremadamente delicado para la salud y supervivencia del Zamora C.F. En la presentación del patrocinio observé la presencia de una jovencísima señorita atenta a lo que se decía, sobre todo a las palabras de su padre, Román Rodríguez Casas. Era su hija, Ana Belén Rodríguez Saavedra, que ostenta el cargo de directora de Producción en MMT. Seguro estoy que conociendo el trabajo que realizó y realiza su padre desde que llegó a Madrid, me atrevo a decir que la empresa está en buenas, magníficas manos.