Lejos de las cifras astronómicas que manejan las entidades financieras en su obra social y cultural, algunas iniciativas sufragadas por empresas y fundaciones de la provincia mantienen presupuestos nada desdeñables que facilitan la realización de actividades cotidianas o de mayor envergadura a las que no llegan las subvenciones gubernamentales.
Uno de estos ejemplos es el de la Fundación Manuel Peláez, que desde 2004 destina una media de 300.000 euros anuales a proyectos sociales y culturales de la provincia, de los que 192.000 se dedicaron a esta última parte en 2009, desde el patrocinio de obras de teatro y conciertos hasta la donación y restauración de esculturas o la rehabilitación de basílicas como la de Santa María de Elche.
El presidente y ex responsable de la empresa constructora Ecisa, Manuel Peláez, explica que la fundación se centra principalmente en los ámbitos cultural y social, aunque reconoce que "ahora toca más lo social porque se acumulan las solicitudes de este tipo y ha bajado un poco el resto, pero no pensamos reducir el presupuesto del próximo año, lo mantendremos". Pélaez apunta que "quizás otros empresarios piensen que ya hacen bastante con crear empleo, pero yo estoy convencido de que el empresario puede impulsar recursos en estos ámbitos porque los de los gobiernos se revelan insuficientes".
La Unión Alcoyana de seguros, con 133 años de antigüedad, culminará el año habiendo invertido unos 40.000 euros en la promoción de actividades culturales y esto, a juicio del director general de la compañía, Enrique Jorge Rico, "forma parte del adn de la empresa y de la historia de la compañía desde hace años. En cierto modo es una manera de devolver algo a la sociedad".
La entidad, que conserva el antiguo edificio del parque de bomberos de 1915, adquirió un antiguo palacete en la plaza de España que albergaba el Banco de Alicante y lo rehabilitó hace una década. "Dejamos espacio libre para hacer una sala de exposiciones abierta a todo el que lo solicita desde 2002 y este año se han realizado cinco muestras", señala Rico, quien añade que entre sus actividades de patrocinio caben también las ayudas a la edición de libros y CD o de conciertos: "Preferimos repartir el presupuesto entre todos los solicitantes en lugar de dedicarlo a un único beneficiario", apunta.
En Muro de Alcoy, la fábrica de guitarras Alhambra decidió convocar un concurso internacional de guitarra en el año 1990 con motivo del 25 aniversario de la empresa manufacturera. De carácter bienal, el certamen ha alcanzado su décima edición y distribuye en cada uno de ellos más de 24.000 euros en premios, además de la grabación de un CD, gira de conciertos y guitarras.
Considerado uno de los certámenes más prestigiosos de guitarra, a él llegan solicitudes de músicos de toda España y de medio mundo. El pasado año coincidieron 28 concursantes de 16 países diferentes. La final, que hasta hace poco se celebraba en Alcoy, ahora se ha trasladado al Palau de la Música de Valencia.
Menos tiempo lleva en funcionamiento, desde el 1 de julio, la sala de exposiciones de la fábrica de calzados Mustang, la Mustang Art Gallery (MAG), un espacio dedicado a la cultura dentro del nuevo edificio MTNG Experience, al abrigo de la Fundación Pascual Ros Aguilar instalado en el Parque Industrial de Elche, que busca despertar el interés por el arte en un contexto poco habitual.
"Es un entorno especial porque estamos en una zona empresarial, diferente, intentando situarnos como una sala que pueda competir", apunta el director del MAG, Juan Fuster, quien explica que con este espacio "queríamos dar un apoyo al arte joven y emergente que se está profesionalizando y reforzar el arte en un público en principio no afín, que viene a comprar zapatos, al que se le invita a entrar".
Con un presupuesto de 80.000 euros este año y otros 60.000 más el año próximo, "nuestra intención es renovar los circuitos con gente de aquí y de fuera para que no se repitan los mismos nombres siempre", señala Fuster, que recuerda que la fundación ya realizaba actividades de patrocinio en otros festivales como el SOS de Murcia o el FIB de Benicàssim. Además de montar una media de 6 exposiciones al año, "tanto de artistas interesantes como de muestras producidas por nosotros", también prevén ofrecer un concierto al mes y desarrollar programas formativos vinculados al arte.
En la también ilicitana Fundación Juan Perán-Pikolinos, creada en 2007, señalan que con motivo de la crisis, este año el presupuesto destinado los temas de carácter social y solidario han engullido al resto de apartados.
No es el caso de la beca de pintura Pilar Montalbán, creada exclusivamente para la promoción del arte joven por la familia de esta mujer, entusiasta de la pintura y muy aficionada, cuyo fallecimiento llevó a su marido, el empresario ilicitano José Soler, a "hacer algo que sirviera para mantener su recuerdo y que ayudara cada año a un artista porque hay muchos muy profesionales que no tienen medios para desarrollar su talento".
A punto de sacar las bases de la tercera edición, la convocatoria dotada con 6.000 euros recibió el primer año 31 proyectos, que se duplicaron al año siguiente, con 63 obras procedentes de toda España. "Hemos visto que un año es poco tiempo para que un artista prepare la obra y dé tiempo de exponer el proyecto y seguramente la saquemos en el futuro cada dos años", apunta Soler, quien destaca la calidad de las obras, que elige un jurado profesional: "Hay muchísima gente que tiene dotes especiales y que vale mucho pero no tiene medios para desarrollar su pasión".
Cerca de 200 artistas participan cada dos años en el Certamen Miradas que convoca bienalmente la Fundación Jorge Alió. El concurso artístico se inició en el año 98, dos años después de creada la fundación, dedicada principalmente a tareas sanitarias, de cooperación y de investigación. "El certamen surge a raíz de un congreso nacional que reunía en IFA a 2.300 oftalmólogos y pensamos hacer una exposición con artistas alicantinos sobre el problema de la ceguera", declara la presidenta ejecutiva de la fundación, María López. Después de siete ediciones y aumentando año a año los premios, que hoy son cinco con un total de 13.500 euros, la fundación selecciona 23 obras con las que realiza una exposición itinerante que patrocina Caja Duero por diversas ciudades y también extiende sus miradas por Hispanoamérica. "Es el único certamen que se hace con este objetivo de combatir la ceguera concienciando a través del arte y de momento hemos podido mantener el mismo importe de los premios, gracias al compromiso de patrocinadores como Caja Duero".
También se intenta el patrocinio externo en el proyecto cuidArt de la empresa DKV en el Hospital de Dénia, en cuya gestión participa la compañía de seguros, que invierte cada año 80.000 euros en el desarrollo de actividades artísticas dentro del hospital.
La coordinadora del proyecto , Alicia Ventura, explica que "creemos mucho en la creatividad, en la innovación y en invertir en un hospital cada vez más humano y bello. No se trata de poner cuadros por poner, sino que utilizamos el arte con fines terapéuticos porque facilita la estancia del paciente y la gestión del médico".
En esta oferta cultural de ámbito sanitario se incluye la colección DKV con obra de 28 artistas, un parque escultórico de siete artistas, una sala de exposiciones o musicoterapia y cuentacuentos para los pacientes. Además de disponer de cuadros en las salas de espera, en Pediatría hay una sala de juegos donde se ha realizado un mural de urban art y también se ha creado una beca de arte y salud para alumnos de Bellas Artes.
Concursos de diseño de moda, literatura gastronómica o dibujo
Con modestia pero con la misma ilusión que hace seis años se mantiene el premio literario-gastronómico del hotel Pou de la Neu de Xixona, dotado con 2.000 euros, que busca una reflexión sobre la cocina mediterránea y la literatura, en la que han participado autores como Elia Barceló o Mariano Sánchez Soler. Más veterano es el concurso de diseño de moda infantil que desde hace 16 años convoca Tutto Piccolo, industria textil alcoyana con 140 años de vida, en colaboración con la Escuela de Diseño de Moda de Alcoy. Dotado de 1.000 euros, varios de sus diseñadores han salido de este certamen que pretende motivar a la gente joven. En el hotel Montíboli de la Vila aprovecharon el 40 aniversario para iniciar en 2008 un concurso de relatos cortos al que el pasado año se presentaron 250 obras y presentan una decena de exposiciones al año "para que los clientes tengan algo diferente que ver en el hotel", señalan, al igual que en el hotel Prince Park de Benidorm, con 18 años de muestras pictóricas de artistas jóvenes en los que invierte su director, Diego Martínez, coleccionista y promotor de nuevos valores. En la Fundación Rafael Bernabeu, centrada sobre todo en la formación y la acción social, organizan desde 2005 un foro sobre la mujer y un concurso de dibujo infantil, con 600 propuestas anuales.