Un año más, y como viene siendo habitual año tras año, Pelayo ha celebrado la llegada de la Navidad, invitando a sus empleados y familiares a una sesión de Circo. En esta ocasión se eligió la carpa del Circo Mundial, situado en la Plaza de Toros de Las Ventas, donde la ilusión, la alegría y felicidad se hacía palpable sobre todo, entre los más pequeños.
Esta fue una sesión especial de Circo, en la que se compartió con empleados, familiares y amigos, una mágica mañana de sábado, donde la fantasía y el espectáculo circense hizo recibir la llegada de la Navidad a grandes y pequeños.
Tras el gran éxito de esta iniciativa, Fundación Pelayo quiere dar un paso más y hará llegar, el próximo 15 de enero, este espectáculo a un colectivo desfavorecido, como son los jóvenes discapacitados que colaboran con la Fundación Juan XXIII, para que puedan, al igual que los empleados de Grupo Pelayo, disfrutar de la magia, alegría e ilusión que se respira entre payasos y acróbatas. Esta acción se enmarca dentro de una acción solidaria más y a través del voluntariado corporativo que la entidad ofrece a sus empleados.