La transformación potenciaría su capacidad financiera, lo que permite abrir vías de desarrollo para seguir avanzando en la exploración de nuevos caminos y alianzas estratégicas.
Se prevé duplicar el fondo mutual, de 10 a 20 millones de euros, con cargo a las reservas de entidad y dividirlo en 40 millones de acciones, con un valor nominal de 0,5 euros. El 20% de estas acciones se repartirán de manera igualitaria entre los 500.000 asegurados y el resto se repartirá de manera proporcional a las primas satisfechas entre todos quienes han sido titulares de un seguro desde enero de 2008. Los trabajadores serán accionistas en cuanto que son titulares del seguro de la mutua.
La Fundación se convertirá de esta manera en “accionista de referencia y garantizaría también la independencia y continuidad de la mutua, que cuenta ya con más de 100 años de historia”, asevera su presidente, José María Sampietro.