Según explica la aseguradora, el beneficio obtenido se fundamenta en una contención de todos los costes y gastos, así como en una mayor eficiencia en los procesos de gestión, el rigor técnico aplicado y el control de la siniestralidad. La siniestralidad del ejercicio presenta una caída de 6 puntos respecto al año anterior, gracias a la bajada generalizada de la frecuencia y coste medio.
En cuanto a la caída en facturación, responde a la menor producción en No Vida (-4,5%), mientras que la actividad de Vida incrementó los ingresos un 20%, gracias a la evolución favorable de las primas de Ahorro.
Por otro lado, el margen de solvencia fue del 218% sobre la cantidad mínima exigida, mientras que la cobertura de provisiones técnicas presenta un superávit de 127 millones de euros. Se destaca, además, que la plantilla se mantuvo estable, al tiempo que el número de agencias exclusivas Nexus continuó creciendo hasta alcanzar la cifra de 200 oficinas (+18%).
“Hemos vivido un año complicado, de feroz competencia en un entorno económico deprimido. Al final, hemos desarrollado un buen trabajo para conseguir un resultado satisfactorio. El objetivo previsto de contribución al grupo, de 45 millones no se alcanza, única y exclusivamente, por el impacto de la deuda griega. Ello, teniendo en cuenta que en este ejercicio se ha desarrollado una operación significativa de saneamiento de algunos negocios no rentables”, afirma Florent Hillaire, consejero delegado de Groupama Seguros, en relación al saneamiento de cartera, especialmente en Autos y Salud.