La
decisión de vender parte de la deuda española choca con los intereses que la
aseguradora tiene en nuestro país, ya que posee una cifra de negocios en
nuestro país que ronda los 3.000 millones de euros, con un beneficio
operativo de 450 millones y un beneficio neto próximo a los 300. Sumado a
esto, la compañía gestiona 9.100 millones de euros de clientes españoles y
otros 10.000 de terceros a través de sus sociedades de administración de
patrimonios.
A raíz de esto, se ha especulado con que Allianz haya podido utilizar los
fondos de los clientes españoles (cerca de 3,7 millones de asegurados y más
de 900.000 partícipes), con el objetivo de vender deuda y posicionarse en un
escalón más seguro y que tenga un riesgo no tan elevado. Además, los bábaros
son accionistas del Banco Popular y respaldaron la ampliación de capital de
esta entidad en 2.500 millones de euros, aunque tras la emisión de bonos, su
participación se redujo desde el 5,9 al 4,24%
Por su parte, Allianz tenía claro que tenía que desvincularse en su totalidad o en parte, con los países con problemas de solvencia como lo son Grecia, Portugal, Irlanda y España. A pesar de que en el país heleno no tenía invertido ni un solo euro, la multinacional alemana ha decidido librarse de la deuda de Portugal, cuando el bono pasó de los 800 a los 200 millones de euros, y de la deuda irlandesa, cuando el bono bajó de los 500 a los 100 millones de euros. Por otro lado, sí ha confiado en la deuda italiana, de la cual adquirió en total 29.900 millones de euros.
Por último, España ha perdido fuerza en cuanto a compra de bonos del tesoro, ya que en 2010, tenía un peso del 5%, ponderación que se redujo al 4% en 2011 y a un porcentaje indeterminado en 2012. Su posición en cédulas hipotecarias de bancos españoles también ha bajado desde los 10.200 millones a 9.600, desde el 13% de la cartera total al 9%.