La inmensa mayoría de los peritos son profesionales muy solventes y preparados y entre sus funciones está precisamente controlar el fraude a las compañías aseguradoras. Por ello, lo verdaderamente relevante de los recientes hechos conocidos ha sido que participaran, incluso lideraran la red fraudulenta, los peritos que precisamente tenían como función detectar el fraude.
Todos conocemos que la crisis económica ha hecho incrementar el fraude frente a las aseguradoras. Todos los profesionales que intervenimos en el mundo del seguro tenemos la obligación de prevenir los fraudes y luchar contra ellos. Y en ese control, lo peritos tienen una parte muy importante de responsabilidad, pues a ellos se les encarga por las aseguradoras el control de los siniestros, su verosimilitud y la comprobación de los daños a indemnizar.
El Colegio de Mediadores de Seguros de Zaragoza y Teruel se congratula de la operación policial y también del trabajo previo de investigación llevado a cabo por las compañías aseguradoras perjudicadas, pues fueron los controles internos de esas aseguradoras los que detectaron anomalías que luego pasaron a investigar.
En nombre de los mediadores de seguros, valoramos muy positivamente de la detención de todos aquellos que perjudican la confianza y la seguridad en la que se basan los contratos de seguro. El aseguramiento de bienes y personas supone un elemento muy importante en la economía de un país y por ello existen normas para el estricto control de la actividad, que va desde la solvencia de las entidades aseguradoras, hasta la profesionalidad y calidad de la mediación de seguros por parte de corredores y agentes de seguros.
Somos los mediadores de seguros un elemento clave del buen hacer en el mundo asegurador. Inspiramos confianza en nuestros clientes cuando nos encomiendan la localización del mejor contrato de seguro para sus necesidades y también inspiramos confianza en las aseguradoras al confiar en nuestro trabajo de mediación, ya sea en lo necesario para la contratación del seguro, en la tramitación de los siniestros, etc.
La lucha contra el fraude es una responsabilidad de todos, también de los asegurados, pues las actuaciones reprobables de unos pocos perjudican a todos, quienes de uno u otro modo acaban pagando los sobrecostes.