Según revela este informe, el riesgo de cometer un accidente por parte de los que superan los 75 años es mayor, pero si analizamos las cifras, el grueso de los accidentes que se producen corresponde a conductores de menor edad. Es más, en torno a dos tercios de los mayores que han fallecido en un accidente de tráfico no lo ha provocado, si no que ha sido la víctima.
Sobre esto, el director general del Centro Tecnológico de Allianz, Christoph Lauterwasser, ha indicado que “inicialmente, las personas mayores compensan la pérdida de su fortaleza física con su experiencia al volante o con un estilo de conducción más cuidadoso".
Por último, la participante en el estudio y experta en demografía de Allianz, Brigitte Miksa, ha hecho hincapié en que el futuro de la movilidad debe estar centrada en que la circulación siga siendo asequible para todos los grupos de edad. Dado que los datos demográficos auguran un envejecimiento progresivo de la población, existe la necesidad de que “toda la sociedad debe cooperar para fomentar una movilidad segura para todos”.