Aprovechando unos minutos concedidos tras la recogida del premio, Garralda destacó que España requiere grandes empresas que den la posibilidad de agrandar su competitividad empresarial. El homenajeado advierte que, si los que se intenta es dejar el modelo productivo basado en la construcción en beneficio de otro más competitivo y de mayor internacionalidad, es imprescindible ampliar la potencia empresarial española. En base a este propósito, se debe procurar que la opinión ciudadana tenga un mejor reconocimiento de las grandes empresas del país y, por supuesto, de quienes las representan y administran. Para llegar a este fin, Ignacio Garralda ha destacado la transparencia en la gestión empresarial como vía para que los responsables de empresa españoles rescaten la confianza de la opinión pública. Por otra parte, ha resaltado el requisito de hacer que los centros de decisiones empresariales se asienten dentro del territorio nacional. Esto, que se conoce como 'efecto sede', desembocaría en un incremento de la relevancia española a nivel internacional y contribuiría en la perduración de muchas de las empresas en España. Como colofón, afirmó que el sector de las empresas de seguros asimilará un importante rol en el futuro inmediato de nuestro país, ya que la redefinición del Estado de bienestar, sostenido principalmente por el sistema público de pensiones y el sistema sanitario, es un hecho.
Tras la intervención de Garralda, De Guindos destacó el correcto hacer del directivo galardonado, su profunda experiencia en la economía y los mercados, y la prioritaria actuación que los directivos tienen dentro de la actual sociedad española. Por otro lado, Pau Herrera mantuvo que los directivos de hoy son “los actores principales del progreso económico y social del país”, refiriéndose al Observatorio de la Función Directiva, elaborado por la AED. Dicho informe sostiene que un 70% de los directivos españoles consideran que sus empresas han acrecentado su competitividad y facturación.