En el avance de la citada memoria se extrae conclusiones como ésta: “El sector asegurador ha demostrado no solo ser un sector fiable para sus clientes, cumpliendo sus compromisos pese a la crisis económica y sin necesitar recursos públicos, sino que, además, lo ha hecho manteniendo la estabilidad en el empleo directo, ya que las plantillas medias se han mantenido estables durante todos estos años, sin realizar grandes ajustes en las mismas”.
La Encuesta de Población Activa (EPA), que incluye empleo directo e indirecto, cifra el número total de empleados por el sector en 135.000 personas. Una cifra que se ha incrementado a lo largo de 2013.
UNESPA incide en que la temporalidad en este negocio es “de las más bajas de la economía española”, pues el 97,1% de los trabajadores cuenta con un contrato indefinido, lo que se traduce en que “la tasa de temporalidad es inferior al 3%, casi diez veces menos que la media de la economía española”. Además, la Encuesta de Salarios del INE afirma que la plantilla del negocio asegurador es una de las más altas de la economía, con más de 12 años de antigüedad, y que posee una media en los salarias que se encuentra entre las más retribuidas de España, costando cada trabajador 3.020 euros por mes. Por último, los datos de UNESPA destacan que el empleo femenino en este sector se ha multiplicado por cuatro desde 1987.