En el caso español, el 26% ha tenido que acortar sus plantillas, aunque tan solo el 15% cree tener que seguir haciéndolo este año. Así, el 7% planea incrementarla y el 78% conservarla en su estado actual. Por otro lado, el comercio exterior de las pymes y autónomos españoles es muy reducido, pues el 90% no extiende su negocio fuera de España ni prevé hacerlo este año.
En cuanto a I+D, en el último año, el 40% la ha aumentado, aunque se estima que las pymes continuarán reduciendo está inversión hasta hacerla descender un 10% en 2014. Si comparamos con otros países, comprobamos como sus homólogos mexicanos han aumentado su inversión hasta llegar al 60% de pymes inversoras en I+D, siendo el 67% las que planean hacerlo este año. Respecto a las pymes turcas, se llegará a un 46% de las que sí invierten.
Por otra parte, las pymes y los autónomos españoles ni han recibido ni esperan recibir ayuda alguna de la Administración Pública, por lo que el 80% piensa ser financiada por la banca privada: 6 puntos porcentuales más que durante el año pasado.
Las pymes y autónomos españoles mencionan, consideran que las principales trabas con las que se encuentran para desarrollar su negocio son la desmesurada carga impositiva, la disminución de la demanda y el alto gasto energético previsto. En cuanto a los riesgos que deben encarar, encontramos que el 86% considera que es la recesión económica, el 83% un probable aumento de los impuestos, y el 75% un aumento en los gastos de producción.
Kristof Vanooteghem, Director de Empresas de AXA, ha manifestado: “la encuesta de AXA refleja el moderado optimismo que está empezando a impregnar al tejido empresarial español. Los indicadores generales de negocio inducen a pensar que las empresas habrían tocado fondo, y cada vez son más las que esperan una mejora del volumen de negocio, de los beneficios y de la destrucción de empleo”.