franquicias

 
 

Origen del concepto

Las compañías de seguros siempre buscan la forma de reducir el riesgo de que se produzca un siniestro. Les compensa cobrar menos por la prima del seguro si saben que el riesgo de que se produzca un siniestro se reduce de forma notable.

Del mismo modo, los tomadores del seguro siempre intentan pagar una prima lo más baja posible, incluso a costa de reducir ligeramente la cobertura.

Dadas estas premisas, las compañías han encontrado una fórmula que supone que cada una de las partes adquiere de alguna forma una parte del compromiso de la otra parte:

  • El asegurado no paga toda la prima que le correspondería por el contrato del seguro pleno, sino sólo paga por una parte (es decir, paga menos cantidad).
  • En caso de siniestro, la aseguradora no paga la factura completa de la reparación, sino que sólo paga por una parte (es decir, paga menos cantidad)

Mediante este compromiso mutuo se crea la FRANQUICIA, un acuerdo entre entre las dos partes, en el que cada una de ellas se responsabiliza de un porcentaje de la cuota del acuerdo que teóricamente, por su papel de aseguradora y tomador del seguro, le correspondería a la otra parte.

 

Definición

Franquicia es una cantidad de dinero máxima que el asegurado debe pagar de forma obligatoria (porque que no percibe ese dinero de la aseguradora) al proceder a la reparación de un siniestro.

La modalidad de seguro con franquicia se basa en tres características fundamentales:

  • El tomador del seguro paga siempre su parte correspondiente.
  • La franquicia se aplica a cada uno de los siniestros que se produzcan. (Tres reparaciones de tres golpecitos diferentes suponen tres pagos de franquicia)
  • La compañía de seguros realiza una rebaja sobre el precio de la póliza correspondiente.

Ejemplo: Supongamos que un seguro a “Todo riesgo” sin franquicia tiene un precio de 1.100 Euros. Pedimos precio con franquicia de 250 Euros (el asegurado pagará como máximo 250 Euros por cada reparación) y resulta que el seguro se nos queda en 815 Euros. Está claro que si sólo tenemos un siniestro al año nos compensará contratar la franquicia. Si tenemos más de uno no nos habrá compensado.

Si tuviéramos dos siniestros cuya reparación no fuera costosa (menos de 285 Euros en total), también nos compensaría contratar la franquicia, pero es muy difícil que la reparación de dos siniestros no supere esa cantidad.

Si la reparación del siniestro cuesta menos de 250 Euros, la aseguradora no paga nada al asegurado. Si cuesta más de 250 Euros, sólo paga la diferencia entre el precio de la reparación y los 250 Euros de franquicia.

 

La letra pequeña

Contratar un seguro con franquicia puede resultar muy interesante, pero conviene no confiarse. Es imprescindible examinar la letra pequeña de la póliza, para conocer bien los detalles. Es imprescindible saber:

  1. En qué coberturas se aplica la franquicia y en cuáles interesa que se aplique
  2. La franquicia más conveniente para cada caso
  3. Todas las ventajas e inconvenientes de cada franquicia

1.- EN QUÉ COBERTURAS SE APLICA Y EN CUÁLES INTERESA QUE SE APLIQUE

Toda póliza de seguros de automóvil es un conjunto de coberturas (robo, incendio, defensa jurídica, daños propios, asistencia en viaje....). En el caso de contratar un póliza con franquicia, es imprescindible decidir, con precisión, en qué coberturas queremos aplicarla y en cuáles no.

Cuando apareció, el concepto de franquicia sólo estaba pensado para la cobertura de daños propios. Años después, sin embargo, algunas compañías empezaron a ampliar el tipo de coberturas a las que aplican este contrato, como por ejemplo robo, lunas, incendio... Al asegurado le interesa conocer qué franquicias ofrece su compañía y sobre qué coberturas lo hace.

Pero, además de conocer sobre qué coberturas nos ofrecen la posibilidad de contratar el seguro con franquicia, también debemos saber en qué tipo de cobertura nos interesa a nosotros contratarla.

De momento, en la actualidad y en función de la compañía, las únicas coberturas para las que se ofrece franquicia son: robo, incendio, lunas y daños propios.

Para el análisis de su conveniencia dividimos en dos apartados:

  1. Robo, incendio y lunas

Son coberturas que cuestan poco dinero, por lo que la disminución de precio no puede ser muy elevada. Cada una de estas coberturas puede suponer entre un 5 y un 10 por ciento del total que pagamos por la póliza al completo. Por tanto una rebaja sobre un 15% del coste de la póliza puede ser despreciable.

Veamos la cobertura de lunas.

  • Puede tener un precio de alrededor de 60 Euros como media.
  • La franquicia que ofrecerá la compañía será como mínimo de unos 150 Euros

De un primer vistazo se aprecia que difícilmente podrá resultar interesante esta franquicia. Con franquicia, el asegurado pagará prácticamente toda la reparación y eso a pesar de haber pagado una cobertura. Es mejor no contratar esta cobertura que hacerlo con franquicia.

El supuesto de robo del coche es completamente diferente porque el valor del bien robado es muy elevado y el asegurado no paga “todo” en caso de tener contratado el seguro con franquicia. En este caso sí parece lógico tener el coche asegurado (especialmente si es nuevo), aunque sea con franquicia. Pero como la cobertura es barata, la diferencia de precio a pagar es poca, si bien es cierto que el riego de que nos roben todo el coche es remoto. Si corremos el riesgo de que sólo nos rompan la cerradura (no para llevarse el coche, sino para robar en el interior), entonces el caso es similar al de lunas. No interesa contratar con franquicia.

Para estas coberturas resulta más difícil saber si nos interesa o no contratarlas. Pero una vez decidido no parece que tenga ningún sentido contratarlas con franquicia.

Daños propios

La cobertura de daños propios tiene un precio absoluto elevado en relación con el resto de coberturas susceptibles de ser contratadas con franquicia. Este precio elevado se debe a dos motivos. El primero es el riesgo elevado de tener un golpe, raspón, o accidente serio. El segundo es el alto importe de la indemnización correspondiente.

Por estos mismos motivos, aplicar una franquicia a la cobertura por “daños propios” supone, en casi todas las compañías, una reducción notable del precio a pagar por el seguro.

Por ejemplo, una franquicia de 350 Euros puede suponer una reducción de la cuota de hasta 400 Euros o más (en función de la compañía y el tipo de coche). Una reducción considerable que debe evaluarse con detenimiento.

Uno de los motivos por los que las aseguradoras reducen tanto el precio de las coberturas cuando se aplica una franquicia, además de porque en caso de siniestro pagarán menos, es porque el conductor se hace corresponsable de la cobertura y por tanto pondrá más atención para no tener percances.

Nadie está a salvo de tener un accidente, pero sí es cierto que el riesgo de colisión depende enormemente de la pericia, atención y cuidado que ponga el conductor en cada metro recorrido. Con esos datos en mente, cada conductor debe evaluar si puede convenirle o no contratar el seguro con franquicia, con plena consciencia de que a pesar de todas las precauciones el accidente puede sobrevenir en cualquier momento.

  1. Puede interesar cuando:
  • El conductor tiene un historial de accidentes casi nulo. Con todo, en ese caso, también debe comprobar si las bonificaciones no dejan prácticamente sin efecto la reducción de precio de la franquicia. Un conductor con buen historial se beneficia menos de la franquicia que un conductor con un historial normal.
  • Un conductor con un mal historial que ha aprendido de sus errores. La compañía aseguradora no va a reconocerle ese aprendizaje pero él puede asumir ese riesgo.
  • El pago de la franquicia no suponga un quebranto económico grave para quien necesita el coche para sus desplazamientos de forma cotidiana.
  1. Puede no interesar cuando:
  • Cuando el conductor reincide año a año en dar partes de pequeños golpes, rasponazos e incidentes por descuido o despiste. Para el conductor despistado y que no parece dispuesto o capaz de aprender de sus errores pasados.
  • Sea pequeña la disminución de precio que le ofrece la compañía aseguradora al contratar una franquicia. Si uno sabe que va a extremar la precaución para evitar golpes y que siempre tiene el coche bien aparcado, le puede convenir más riesgo con una franquicia mayor y mayor disminución del precio del seguro que una franquicia de poco dinero sin apenas disminución del precio del contrato de la cobertura. Lo vemos con detalle en el siguiente punto.

2.- LA FRANQUICIA MÁS CONVENIENTE PARA CADA CASO

Cuando el asegurado tiene el convencimiento de que le interesa contratar un seguro con franquicia, el siguiente paso consiste en decidir la cantidad adecuada de dinero que pone en la franquicia.

Las compañías ofrecen varias posibilidades. Normalmente estas cantidades están incluidas entre los 100 y los 1000 Euros. Pero hay excepciones. Algunas compañías van desde 60 hasta 3.000 Euros. Algunas compañías, además de sus tablas habituales, aplican diferentes baremos o coeficientes en función del valor del vehículo asegurado y en algunos casos sólo se ofrece una franquicia única, sin otorgar al contratante ninguna posibilidad de elección.

Para determinar la cantidad exacta que mejor se adecua a nuestras necesidades, es imprescindible conocer:

  • Descuento realizado
  • Posibilidades reales de utilizar la cobertura con franquicia.
  1. Descuento realizado

Normalmente, existe un valor de franquicia que supone el mayor descuento proporcional en el precio de la póliza. Supongamos que una compañía ofrece franquicias por valor de 100, 300, 500 y 1.000 Euros. Pues bien, es posible que el descuento correspondiente sea del orden de 105, 340, 400 y 500 Euros.

Con este ejemplo queda claro que la mejor “relación descuento/franquicia” es la que corresponde a la franquicia de 300 Euros. En este caso, la compañía considera que el conductor se hace responsable de una parte significativa del riesgo que le permite hacer un descuento del precio de la póliza mayor que la franquicia. Para la franquicia de 100 Euros la compañía puede considerar que el conductor asume poca parte del riesgo y para las de mayor asunción de riesgo, los costes fijos del contrato y la asunción de riesgos de grandes daños no permiten mayor reducción.

En el comparador de seguros se puede analizar la proporción entre el importe de la franquicia y el descuento realizado en el precio del seguro.

  1. Posibilidades reales de utilizar la póliza con franquicia

En muchas ocasiones no interesa dar un parte a la compañía para el arreglo de un pequeño golpe, debido al sistema de bonificación que emplean las aseguradoras. Por este motivo, suele ser rentable reparar los pequeños desperfectos sin necesidad de informar de ello.

Con esta premisa, la franquicia resulta interesante (si se corresponde con un descuento proporcional) porque, de hecho, ya que normalmente asumiremos nosotros el coste de esas reparaciones, aprovechemos todos los descuentos posibles.

Sin embargo, si pensáramos únicamente en pequeños desperfectos que pagáramos siempre nosotros, lo más consecuente sería no contratar la cobertura de daños propios, sino únicamente a terceros.

El contrato de la cobertura por daños propios se realiza para asegurar un siniestro de consecuencias graves, que ponga en peligro gran parte del capital gastado en el automóvil.

Es con esa perspectiva, con ese riesgo en mente, como hay que plantearse la suscripción de una franquicia, y pensar el ahorro que nos va a suponer al contratarlo y el coste que nos supondría en caso de una accidente grave.

Las aseguradoras utilizan las franquicias para mejorar la atención del conductor y evitar pequeños accidentes. Tanto es así que algunas aseguradoras no aplican la franquicia en caso de siniestro total, es decir, asumen todo el coste del desperfecto, sin restar la parte de la franquicia del pago de la indemnización.

 

Principales conclusiones

La principal consecuencia que tiene contratar un seguro con franquicia es que el asegurado asume parte del riesgo de que se produzca un siniestro. La asunción de este riesgo puede ser beneficiosa por muchos motivos. Como hemos visto, en muchas ocasiones, y debido al sistema de bonificaciones, este riesgo ya está asumido de hecho, por lo que un descuento adicional puede resultar beneficioso.

También puede resultar beneficioso para tomar consciencia de la importancia de conducir con más atención para evitar los pequeños golpes a baja velocidad, en el garaje o en maniobras a baja velocidad.

Otros conductores que pueden obtener beneficios de la franquicia son aquellos que consigan grandes descuentos, ya que no tienen bonificaciones por el motivo que sea, pero que son conscientes de que su riesgo de presentar un parte es reducido.

La franquicia es especialmente recomendable para quienes tengan un coche nuevo y no dispongan de liquidez para afrontar el pago de una póliza completa de seguro a “todo riesgo”. Mediante la asunción del pago de una franquicia pueden asegurar que no perderán el valor de todo el coche en caso de un siniestro serio, porque el seguro les indemnizará por el valor del coche nuevo en caso de “siniestro total” y ellos, en el peor de los casos, podrán recibir la indemnización correspondiente y adquirir un coche de precio ligeramente inferior.

 

Atención: Una franquicia por cada siniestro

El asegurado debe tener claro que deberá hacer frente a la franquicia por cada uno de los siniestros de los que sea culpable, pero también debe tener claro que sólo deberá hacer frente a una sola franquicia por siniestro.
Vemos dos ejemplos.

  • Ejemplo 1. Una franquicia por siniestro.

Lunes: Al salir de la plaza de garaje rozamos la puerta del copiloto con la columna situada a la derecha del coche.

Martes: Al salir de la plaza de garaje rozamos la puerta trasera con la columna situada a la derecha del coche.

Son dos siniestros diferentes y por tanto, en teoría, deberemos pagar dos veces la franquicia, una por la reparación de la puerta delantera y otra por la reparación de la puerta posterior.

(Esa es la teoría. Quizá seamos capaces de engañar al perito de la aseguradora y convencerle de que los dos golpes se han producido a la vez, es decir en un mismo siniestro)

  • Ejemplo 2. Una sola franquicia por siniestro

Al frenar sobre una mancha de aceite que ha dejado otro coche, perdemos el control del vehículo y golpeamos por el lateral derecho con una señal de tráfico y empotramos el paragolpes trasero contra una piedra situada en la cuneta.

Se trata de un único siniestro, a consecuencia del cual el coche ha sufrido desperfectos en dos lugares diferentes aparentemente sin relación. En este caso sólo se debe hacer frente una vez a la franquicia.

Hacemos hincapié en estas situaciones porque en ocasiones los tramitadores de siniestros no tienen un trabajo sencillo. Dos siniestros con desperfectos en lugares cercanos pueden pasar como uno solo, pero un solo siniestro con consecuencias en varios lugares del coche alejados entre sí pueden generar agrias discusiones entre el asegurado y el perito o la compañía.

Por ello, en la medida de lo posible, es bueno que el asegurado documente con fotografías o con testimonios de los agentes de la autoridad la realidad de un siniestro si sospecha que puede llevar a confusión en su relación con la compañía aseguradora.

Esta dificultad se concreta en el ejemplo de algún asegurado que espera a los últimos días antes de renovar el seguro para dar un parte “general” a la compañía, para que arregle los arañazos y pequeños golpes de todo el año.

En principio, esta forma de actuar no es lícita. En teoría, se debe dar un parte cada vez que se produce un siniestro cuya reparación deba ir a cargo de la aseguradora, tanto sea un seguro con franquicia como sin franquicia.

Cuando la póliza está contratada sin franquicia, la diferencia es irrelevante, porque la aseguradora deberá cubrir todo el importe de todos los desperfectos. En cambio, cuando se trata de seguros con franquicia, las aseguradoras se ponen alerta, y consideran que a cada zona del vehículo le corresponde un siniestro diferente, por lo que darán un parte diferente por cada uno de los laterales, otro por el frontal y otro por la zona posterior, por lo que el conductor tendrá que pagar cuatro veces el importe de la franquicia.

 

Franquicias especiales

Existen franquicias cuando concurren causas especiales en los siniestros. Ejemplos:

  • Accidente de un conductor joven o con poca antigüedad del carné de conducir no declarado como conductor del vehículo.
  • Accidente en el que resulta culpable un conductor joven o con poca experiencia que está declarado como conductor ocasional

Estas franquicias sólo se aplican en circunstancias especiales. Están siempre relacionadas con que haya un conductor diferente al declarado y que sea joven (no todas las compañías consideran joven las mismas edades) y también para conductores noveles independientemente de su edad (No todas la compañías evalúan de la misma forma la condición de novel. En algunas son conductores de menos de 2 años de antigüedad de carné y en otras este intervalo llega hasta los 10 años)

Ejemplo:

Un conductor ocasional de menos de 25 años declarado en la póliza implica una franquicia a determinar en todas la coberturas que se contraten (incluido terceros). De tal forma, que sea o no sea culpable del accidente (conduzca o no conduzca él) el asegurado tendrá que pagar la franquicia correspondiente siempre que el accidente desemboque en una indemnización a cargo de la aseguradora.

Estas franquicias especiales y su alcance deben aparecer detalladas en la póliza. Si no aparecen puede ser todavía peor, así que mejor asegurarse primero de sus consecuencias.

En caso de que no aparezcan las franquicias especiales aparecerán condiciones parecidas a las que reproducimos a continuación:

  • "Esta aseguradora no se hace responsable de ninguna indemnización cuando el automóvil sea conducido por una persona menor de X años y/o con menos de Z años de carné de conducir".
  • "Esta aseguradora aplica una regla de proporcionalidad entre lo que el asegurado ha pagado y lo que hubiera tenido que pagar por haber declarado a un conductor joven y/o novel”

Habida cuenta de lo anterior, es mejor garantizarse el pago de una franquicia que responsabilizarse de todo, o de una parte proporcional.

 

 

   

 
 
 
la letra pequeña de los seguros
 
Te mostramos otros artículos donde se explica y analiza otras coberturas que puede tener una póliza de seguros, y aspectos de especial interés a tener en cuenta cuando se contrata un seguro de coche.
 
Accesorios de serie y opcionales: Todos los elementos que están incluidos en el precio de serie de un vehículo son los accesorios de serie. Los accesorios no de serie son aquellos elementos por los que el conductor tiene que pagar un precio adicional si quiere disponer de ellos en su coche.
Ámbito geográfico de cobertura: Contratar una póliza de seguro para un automóvil implica disponer de una serie de coberturas, ahora bien, falta una información importante: ¿cuál es el ámbito geográfico en el cual dicha póliza está en vigor?, o dicho de otro modo, ¿se puede viajar a cualquier parte del mundo estando cubierto por la póliza?
Asistencia en viaje: esta cobertura es la que se ocupa del vehículo y sus ocupantes en el caso de que, bien por avería, o por accidente, no podamos continuar el viaje. La aseguradora pondrá a disposición del asegurado los medios necesarios para trasladar al vehículo al taller, y a los ocupantes a su lugar de destino...
Bonificaciones: Con este sistema de bonificaciones y penalizaciones, las compañías persiguen personalizar las pólizas en función del historial de siniestralidad de cada conductor, con el objetivo de ajustar los precios en cada caso en función de cada riesgo individual
Coche de sustitución: El objetivo de esta cobertura es garantizar la movilidad del asegurado, mediante un vehículo de sustitución mientras el suyo esté de reparaciones en el taller. Otra posibilidad es que el asegurado reciba una indemnización dineraria para que pueda utilizar otro medio de transporte (taxi, autobús, tren) durante los días que su coche esté en reparación.
Conductor ocasional: La figura del conductor esporádico u ocasional del vehículo es complicada. Las aseguradoras no quieren asumir los riesgos que implica que el coche asegurado a nombre del padre sea conducido por el hijo que se acaba de sacar el carné o que todavía tiene edad para ser considerado joven, según las Condiciones Generales del contrato.
Crédito reparación: Esta cobertura surge con el propósito de ayudar al asegurado con un préstamo cuando tenga que sufragar la reparación de su vehículo tras un accidente.
Daños propios: Con esta cobertura, el asegurado firma una póliza que le permite ser indemnizado cuando concurren diversos hechos:
Defensa jurídica: La vida de un conductor puede verse enturbiada por diferentes consecuencias indeseables tras un accidente. Además del riesgo de sufrir lesiones de los ocupantes del vehículo propio, conductor incluido, pueden producirse víctimas de peatones o de ocupantes de otros vehículos. Se cual sea la causa, es posible que el conductor considerado culpable pueda incurrir en responsabilidades penales.
Defensa en multas: El origen de esta multa consiste en ayudar al asegurado a defender sus derechos frente a la administración cuando le ha sido una multa de tráfico que desea recurrir, porque la considera injustificada o por cualquier otro motivo que sea compatible con el ordenamiento jurídico español.
Exclusiones generales: En casi todas las coberturas que componen una póliza de seguros de automóvil existen una serie de excepciones, conceptos o situaciones que no quedan cubiertas por la póliza.
Final prematuro: os seguros para automóviles tienen la duración de un año. Pero en ocasiones el coche desaparece antes de que concluya la validez de la póliza de las manos del propietario (venta, incendio, robo, siniestro total...). Vamos a analizar qué sucede en esos casos, si se puede recuperar parte de la prima pagada y no usada
Grandes daños: Esta cobertura cubre únicamente por los daños del vehículo propio: No cubre bienes materiales terceros ni posibles lesiones del conductor ni a ocupantes u otras personas.
Incendio: El objetivo de esta cobertura, que es recibir indemnización por el valor del vehículo en supuesto de incendio, se producirá sí y sólo si se produce un incendio y el coche resulta dañado por tal motivo y no existe tercero culpable que asume la culpa del incendio.
Lunas: Esta cobertura tiene como objetivo asegurar que la compañía aseguradora indemnice al cliente cuando se produzca una rotura en el parabrisas (luna delantera), en la luneta posterior y en las lunas laterales del automóvil.
Responsabilidad civil: Es la póliza de seguro indispensable para circular de forma legal, porque tiene una característica que la distingue: su contratación asociada a un vehículo es de obligado cumplimiento para circular con él. No tener asegurado el coche con esta póliza supone inmovilización del vehículo y multa a su conductor.
Retirada de carné: El objetivo de esta cobertura consiste en garantizar que el asegurado mantiene su capacidad de desplazamiento cuando, por las causas que sea, sufre una retirada del carné de conducir.
Robo: Con esta cobertura tenemos el objetivo de que nuestra compañía aseguradora nos indemnice en el supuesto de robo de parte del coche, robo del coche completo o cuando el vehículo ha sufrido daños y desperfectos como consecuencia del robo.
Seguro del conductor: El origen de esta cobertura se basa en la posibilidad de proteger al conductor culpable de un accidente. Puede ser culpable por muchos motivos: distracción, imprudencia temeraria, exceso de velocidad, etc. En cualquiera de estos, el conductor, por ser culpable, no tiene derecho a recibir indemnización de ningún tipo. Él queda desprotegido y, en muchas ocasiones, sus familiares desamparados.
Siniestro total: Una de las expresiones que aparecen en las Condiciones Generales de la póliza de seguro y que más interés tienen para el asegurado es el de "Pérdida Total". Es una expresión equivalente a la que se utiliza casi siempre en su lugar: “Siniestro Total”.
Valor a nuevo: Significa una indemnización por el precio del coche nuevo. Este precio de coche nuevo incluye impuestos de coche nuevo (IVA e Impuesto de matriculación). Además, si los tenemos declarados en la póliza , se incluirán los accesorios no de serie o, en su defecto, cuando la compañía los cubra sin sobreprima.
Valor venal, valor venal mejorado: Es el precio del coche al que se hubiera vendido justo en el instante anterior al siniestro, con todas sus característica y propiedades justo antes del accidente o percance.
Variación del riesgo: Las compañías determinan el precio de una póliza de un seguro en función del riesgo que están dispuestas a asumir y de las coberturas con las que protegen al asegurado en cada siniestro.
Venta del vehículo: La vigencia de una póliza de seguro y los periodos de propiedad de un vehículo no tienen por qué estar sincronizados. No tendría ningún sentido que hubiera que sincronizar el periodo de tenencia de un vehículo con los plazos anuales de los contratos de seguros.
 
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